Hoy recibí un email tuyo donde me preguntas si viajare o no, donde me dices que “Si te cuento algo quizás me cuentes algo”....Y ese juego de palabras aunque parecen bromas me ponen mal...
Yo quiero olvidarte, sacarte totalmente de mis pensamientos porque por mucho tiempo estuviste ahí, como una espinita hincándome el corazón, fastidiando y doliendo por tu indiferencia. Pero ahora que te dije que habían grandes posibilidades de irme tras ese sueño me escribes (claro que cada seis meses...pero escribes más frecuente que en los últimos tres años).
No sabes cuanto daño me hacen tus palabras, tus preguntas, tus mails, quiero arrancarte totalmente de mi vida y no puedo. Es que en el fondo me gustaría que me dijeras que todo este tiempo has pensado en mí, que aún recuerdas todo lo vivido, que me quieres, que te perdone o disculpe toda esa indiferencia.
Sí, quizás la misma inseguridad que siento yo la sientas tú, pero es que no sabes todo lo que estos tres últimos años sentí, sufrí y lloré por tu olvido; y ahora alegremente, porque sabes que estaré más cerca, dices interesarte en mi.
Perdona de verdad, pero es que me cansé de esperar, de tus palabras dichas a medias, de que no dijiste lo que dijiste, me cansé...Y no creo que lo que sientas por mi sea amor, también tengo el temor de saber que te casaste, que tienes una familia, aunque quizás saberlo sería lo mejor para olvidarte así me muera de pena.
Es que no sabes cuanto me enamoré de ti, eras entre un sueño y una realidad, aquella vez que viniste a mi casa, a mi barrio, era como para no creerlo, fue tal shock que me quedé mal, para mi era increíble que hubieras venido a un lugar como el mío, tan pobre, tan humilde, tan distante de lo que tu vivías…
Pues sí, existe un 95% de probabilidades que estaré más cerca de ti, pero casi en el mismo porcentaje prefiero olvidarte que continuar en esta incertidumbre que me ha consumido con los años….
¡Perdona por no saber cómo olvidarte, cómo sacarte de mi mente, de mi corazón de mi vida.!
